
Los primordiales rasgos de estas gastronomías son los beneficios nutricionales que presentan sus recetas, con un gran protagonismo de las verduras, y las pocas grasas que emplean en la mayoría de sus platos.
La cultura asiática posee una colonia notable y su comida cuenta con muchos adeptos. La comida asiática no solo tiene mucho apego para los paladares locales, si no, que su aceptación es tan fuerte, que en algunos lugares, como Perú, han desarrollado su corriente culinaria, el Chifa, una fusión de cocina asiática y peruana.
El alimento de un
Restaurante asiático en Valladolid viene condicionada, entre otras cosas, por el tipo de religiones que conviven en el continente asiático. La existencia del Islam en algunos países hace que el consumo de la carne de cerdo no sea excesivo y no aparezca en muchos de estos platos.
La población asiática ha dejado un enorme legado a la humanidad y como principal baluarte destacamos su cocina. Esta cocina es riquísima no solo en diversidad, sino, en color, equilibrio alimentario, variedad de productos y sabores (dulce, ácido, picante, salado, umami y amargo).
Gracias al
Restaurante asiático en Valladolid , comer algas, bambú, pescado crudo o sopa de aleta de tiburón ha dejado de ser un tabú culinario capaz solo para los paladares más exquisitos. La gastronomía asiática ha llegado a todos los rincones del planeta dando color, pluralidad y sabor a abundantes platos que, además, son saludables.
Las salsas más habituales dentro del recetario oriental son la soja. El teriyaki que es una combinación de soja y salsa agridulce. La salsa agridulce. Compuesta primordialmente de tomate, azúcar y vinagre. Salsa de cacahuetes. Preparada con coco y cacahuetes. Y para finalizar la de sésamo. Compuesta de diferentes tipos de aceites, vinagre y soja.