Cada país en el mundo tiene su perfil de comida y refleja su cultura, el medioambiente, el ingenio y valores. En el caso del Thai, estas palabras cobran mayor relevancia. El
Thai en Cantabria ya cuenta con muchos adeptos.
La cocina tailandesa, las tradiciones culinarias y cocinas de los vecinos de Tailandia han influido mutuamente el uno en el otro a lo largo de muchos siglos. Las variaciones regionales tienden a relacionarse con los estados vecinos (de manera frecuente comparten la misma cultura y etnicidad en ambos lados de la frontera), como el tiempo y la geografía. Actualmente se puede comer mucho
Thai en Cantabria merced al número de restaurantes existentes.
Una de las variedades de thai es la denominada cocina central tailandesa de las llanuras arroceras centrales lisas y húmedas y de Bangkok, sede de los antiguos reinos tailandeses de Sukhothai y Ayutthaya, y el Dvaravaticulture de la gente de lunes desde ya antes de la llegada de conjuntos de Tai en la zona.
Los platos de comida thai que podemos degustar, se dice que fueron llevados a Tailandia en el siglo 1diecisiete por Maria Guyomar de Pinha, una mujer de ascendencia japonesa mixta-Portugués-bengalí natural de Ayutthaya, y que se convirtió en la esposa de Constantino Phaulkon, el asesor griego del rey Narai. La influencia más notable de Occidente debe ser la introducción de la pimienta de chile de las Américas en el siglo 1dieciseis o bien 1diecisiete.
El thai tiene un término llamado “Thai rap suma (el camino del Thais come)”. Este término se usa para los componentes exclusivos que componen una comida típicamente tailandésa. Si el alimento no contiene exclusivamente estos componentes, no se va a poder llamar así.
Las cocinas de la India y Persia, traídas por primera vez por los comerciantes y colonos de estas zonas, con el empleo de condimentas secas, dieron sitio a adaptaciones tailandesas y platos como kaeng kari (curry amarillo) y kaeng matsaman (curry Massaman) que hoy en día podemos degustar en la pluralidad thai.